Hay niños con altas capacidades que reaccionan de una manera desproporcionada cuando algo no les sale como esperan, cuando reciben un “no”, o simplemente cuando no se les atiende.
Una de los motivos de mayor demanda en nuestro centro es la falta de herramientas para frustrarse o gestionar las emociones negativas. En la sociedad, encontramos una carencia en el aprendizaje de la frustración, que se origina desde los primeros años de vida, y que de no aprenderse a manejar de forma eficaz, conlleva en la etapa adolescente y adulta, dificultades emocionales significativas.
Como padres con hijos con altas capacidades es difícil saber qué reacción debo tener ante la frustración de nuestro hijo, y es esto una de las variables más influyentes para que él aprenda a gestionarse.
En CES ofrecemos herramientas eficaces para saber manejar sus berrinches o reacciones ante la frustración.